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Notas sonoras
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31-Planeta Hosting #comicsonoro

[Los Playlist cambian refrescando la página]


PLANETA HOSTING
 #PlanetaHosting
#comicsonoro
Un cómic sonoro de distintas lecturas y órdenes aleatorios. Según combinas música y texto te creas tu propia historia.
Mundo máquina en ciudad Llana. Una vida sin sobresaltos, mediaticamente controlada. InSana como la vida preservada. InJusta como la vida sin oportunidades. Todo va bien. Pero algo me dice que voy a estallar en mil pedazos de terrorismo claustófobo.


PLANETA HOSTING. Es un paso ligero, como brisa naif, por la herrumbre. El tiempo nos ha marcado ya el final de nuestro reino. El final de los tiempos es el apagón analógico. Ceros y unos no dan lugar a la confusión ¿o si?.

Un guiño a la CCFF del cine. Encontramos cierto olor a: 1984, Blade Runner, Fareheit 451, La fuga de Logan, Matrix, Yo robot, Los hombres de negro, Dune, Brazil, Tron, 12 monos, Mad Max, La isla ...
Secuencias cortas que a modo de collage sonoro infieren una historia en la mente.
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Ahora también en vídeo. 
La imagen ¡no es la estrella!, es el bosque.
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Mirar atrás para saber quién soy, dónde estoy y a dónde voy. De dónde vengo, lo sé, pero no como llegué a esto.



Ellos se hicieron para nosotros. No descansan, no yerran, tan solo se estropean.
Se tira y viene otra versión mejor.
Obedecen su código interno programado para satisfacernos, sin límites, sin barreras.
Ceros y unos no dan lugar a la confusión ¿o si?.

Caminando "Ciudad Llana", no muevo los pies, la acera móvil me lleva a donde le indiqué. Me cruzo palmo a palmo con las caretas antigás. Solo escucho mi respirar. Nunca es tarde.

A lo alto de "Colina-Basura"he subido para ver el paisaje. Por encima del humo y el asfalto. Aquí puedo ver cielo. No sé como llegué a esto.

Pienso, tiro del hilo y me lleva a otro sitio. Muevo ficha y se desplaza un lugar. Descubro que todo no está muerto. Hay posibilidades. Tengo un hilo de esperanza, tiro de él y me lleva a otro sitio ...

Navegar sin límite. A toda banda, quemando chips. Acopio de información que nunca veré. Poseer, almacenar. Sé lo que me dicen. Lo tengo todo para saber mas pero no me hace falta: Lo sé todo.


El día de asueto. Es un día blanco, feliz. Tumbado, relajado me llevan a donde pagué por ver. Todo es perfecto en el día de asueto. Pero dura tan poco y es cada vez mas caro.

Me habían advertido. Por fin dispuse una entrevista con la que dicen saberlo todo. La verdad pura que se alberga en el interior de todos nosotros. ¿ Me dolerá verme en el espejo?. Cuando llego no creo reconocerla.
Es mas, no creo que sea ella misma. Y las dudas me asaltan.

He tenido una idea. Estoy nervioso, ocultando datos para no ser absorbido por red. Intento no mostrar nervios ni correr mas de la cuenta. Por fin una fina lluvia limpia mi cara del barro/costra nihilista.

Esta sensación que me ahoga nunca la tuve. Me persiguen hombres de negro por pasillos y calles; túneles y puentes.
Quiero despertar de este aviso en sueños. Algo no estoy haciendo bien.

Trabajo en la urbe de cristal. Cientos de pisos arriba y abajo, canales, recepciones.
Todo el orbe se mueve en la torre como hormigas destinadas cada una a su propio casillero. Solo corre el que desespera por su tiempo malgastado. Aquí todo ficha a su hora y entrecruzan datos contrastando números y codificando líneas de programación. Solo el conejo de Alicia tiene prisa por llegar.

Rezamos todos los mismos salmos, los mismos cantos emblemáticos.
Confiamos unos en los otros, es mas, ni siquiera desconfiamos.
El líder habla por boca de todos y todos acatamos sus pensamientos como propios.

La noche tiene un destello especial. Algunos rayos son desviados para dar energía al otro lado del mundo, cuando este necesita mas trasiego de datos, creando un aura de luz fantasmagórica que inunda el cielo plano, nocturno. Los trabajadores del otro lado van a tener un día ajetreado.

Tengo que salir de aquí. Este sueño ha llegado a obsesiva pesadilla. Los túneles no son seguros pero es la única vía de escape. Algunos cuentan historias, en los privados, de héroes míticos que lo han conseguido. Pero nada se sabe de ellos y entonces ¿cómo se sabe?. Ha llegado la luz a mis ojos.

La niebla dispersa la línea segura. Confunde la mente y entumece. Mece la cuna con el timbre bucólico. Desconectamos y todo sigue bajo su control. Duerme halógeno.



Se nos había advertido. Las naves de los afortunados ya partieron a la oscura noche y yo en vez de ocultarme salí del agujero para admirar por última vez como brillaba la luna y de paso como se descomponía en millones de partículas de polvo enamorado.



Electrificas mis poros con el sudor del deseo. No hay riesgos, penas o insabores. Solo placer. Y como si de un restaurante de lujo se tratara, cuando el plato no te gusta, lo cambian o te devuelven el dinero.
Virtual y exclusiva. Puro diseño de los sentimientos mas profundos. Encarnación de mis ideales. Realidad sin sentido hecho sueño versátil y lúcido. A discreción.
No puedo tocarte mas que en mi mente. ¿Podremos escapar juntos?.



Como columnas erizadas, el horizonte de hierros, lanzaderas son.
Naves preparadas para la última batalla. Líneas blancas cruzan el cielo en busca del blanco: la nave nodriza.
La madre de todas las batallas. La última esperanza.
Veo miles de destellos en la noche. Sé que están muriendo por mí, por nosotros. Como fuegos de artificio
caen pavesas rojas, como lluvia de fuego. El aire está infectado de muerte. Allí arriba en la noche oscura,
una negra calavera nos sonríe.




La última pandemia.

Todo depende de las redes ópticas que, en racimos de millones de colores, ordenan la vida de otros tantos millones de personas enjaulados en la vorágine del trabajo. Solo tiene un problema: el virus que se alimenta de ellas. Se trabaja a destajo, pero los parones y accidentes no paran de multiplicarse.

¡¡TODO el sistema está en manos de unos míseros cables !!.
Como enjambres nanotecnológicos se auto regeneran a mas velocidad de la diseñada inicialmente. Han aprendido a sobrevivir, si es que viven, y nos fagocitan, poco a poco, por dentro.



Ahora sabremos qué es el dios verdadero. El de antiguos y extintos ritos. El calor de esa estrella, que transformó el aire y el agua para engendrar este planeta hostil, se ha vuelto en nuestra contra. No hay vuelta atrás. La fuente de energía, el dios de la vida, ha decidido inmolarse. Acabar con el expolio. El coste de la operación es incalculable, y aún hay quién quiere sacar tajada de ello, hasta que el dinero se le queme en las manos literálmente.
La nave ya ha despegado, cargada con la bomba mas grande jamás diseñada
y todo el planeta, de nuevo, a aprendido lo que es el valor de la oración.
¡¡El sol se nos muere!!. ¡¡Que vivan los héroes, mas allá de su empeño!!.


Todo está medido. Todo está sentenciado. Tu momento de vida, la hora final. 21.000 días. Todos parecen aceptar su destino callando. Solidaridad lo llaman. Pero no cuentan con el imprevisto, imperativo de mi sentimiento nuevo y renacido. El amor a llamado a mi puerta y cascadas de hormonas llenan mi mente de roja pasión. Me quedan tan solo unas semanas, eso dirá mi traza de vida en algún ordenador estatal, pero yo he decidido operarme y pasar a la clandestinidad. A partir de ahora seré un "descontrolado" enamorado.